Jueves Santo, 17 de abril, 87 años, México. El nobel colombiano y uno más del "cuarteto fuerte" del Boom ha muerto. Fue su precaria salud la que no pudo sostener la vitalidad tremenda que habita en sus letras. Morimos porque los cuerpos no resisten la pasión que albergan y García Márquez y los fuertes latidos que habitan en sus libros también se ha sujetado a esta ley, sobre todo de la vida de los creadores.

Nadie mejor que él para los olores y una imagen tremenda, ahora que ya no está con esa plenitud que lo caracterizó, es la de miles de flores amarillas acompañándolo en el horizonte reinado por el mar. Partió, y con tono vallejiano.