Diversos son los factores por los que el Real Madrid campeonó está tarde. Quisiéramos apuntar, en primer lugar, la cuestión del físico. A claras luces, el equipo del Cholo, disciplinado, cooperativo, de fuerza y pragmático en ciertas circunstancias claves del partido, no pudo contra una cuestión de la que pocos equipos pueden salir. Con esto no queremos decir que los merengues no fueron ajustados por el equipo contrario, pero éste venía de una victoria digna al Barça, de una carrera a la que el actual campeón de la Champions se abstuvo.

Un partido emocionante sin lugar a dudas. Muchos aficionados verdaderos del fútbol sabrán reconocer con una mirada objetiva que un Atlético merecía ganar y que los vericuetos del balompié deben celebrarse también. El Real Madrid sufrió con un equipo que mostró una clara evolución y una disciplina que amenazó sobremanera al favorito hasta el último instante.

Podemos apuntar más factores y de los entretenidos para las acaloradas disputas como los cinco adicionales que marcó el árbitro e incluso el último penal; no obstante, debemos tener en claro los frutos de una inversión económica exorbitante de los merengues frente a un equipo que ha conocido la presión de la subida y que la ha confeccionado como toda una promesa. 

Lamentamos la abultada derrota del Atletic y reconocemos la no tan grande superioridad del Real Madrid, esta vez. Bien sabemos que los partidos se ganan con goles y esa es la circunstancia que queda en la historia y que se debe asumir como fundamento del fútbol a pesar de un sinnumero de buenos argumentos o sofismas, que nunca faltan, también. 

Bonus track

Con esta final otro asunto queda claro: el fútbol del Barça y el de Mourinho han sido desplazados por un elemento difícil de manejar en este deporte como lo es el orden de arriba a abajo en un equipo. La debilidad de este molde se ha visto de forma sencilla y natural en el alargue del partido con el cansancio.

Ahora el fútbol no depende solo del toque, del cerrarse, sino el de una maquinaria solidaria que se traslada con la mayor precisión de extremo a extremo de forma agresiva y contundente si no se cuenta con millones que puedan suplir ciertos detalles de último momento.